Las mejores sillas de rejilla vintage del 2025

La silla de comedor vintage Elena de Happy Garden es para quienes buscan dar un toque retro sin renunciar a la comodidad. Su respaldo de ratán combinado con el asiento de poliéster en color beige aporta ese aire natural que queda genial en comedores modernos o cocinas con estilo desenfadado. Además, el asiento de tela bouclé cruda es suave y fácil de mantener, ideal para largas comidas o charlas sin que notes incomodidad.

Lo que me parece práctico son las patas de acero negro: no solo refuerzan la estructura, que pesa 12.6 kg, sino que aportan estabilidad y un toque industrial que contrasta bien con el ratán. El montaje es sencillo y viene todo en un paquete que llega hasta la puerta, lo que facilita mucho las cosas. Si buscas una silla que combine diseño y función sin complicarte mucho, esta puede encajar bastante bien.

Para quien disfruta de las manualidades o la costura, este tejido de Homewish en Multi 02 puede ser un recurso genial. La tela impermeable 100% poliéster, con un tamaño de 5.08 cms de alto x 182.88 cms de largo x 157.48 cms de ancho, está pensada tanto para interiores como para exteriores, lo que le da mucha versatilidad. Además, se puede lavar a máquina y usar secadora, que venga fácil de planchar y que sea seguro para los peques es un plus para proyectos familiares o para regalar algo hecho a mano sin preocuparte por manchas o deterioros.

Lo práctico de esta tela es que, al estar precortada y contar con estampados vibrantes y modernos, resulta muy cómodo para coser fundas de cojín, monederos o incluso manteles, sin complicarte con medidas. El hecho de que sea resistente al agua aporta un colchón extra de protección, ideal para exteriores o ambientes donde puede caer algo de humedad. En definitiva, es un tejido con mucha vida útil y diseño atractivo, perfecto si te apetece darle un toque colorido a tus creaciones sin complicarte demasiado.

La silla de escalera plegable de biblioteca de Berasmocxy está pensada para quienes necesitan ese plus de altura en casa o en la oficina sin renunciar al estilo. Ideal si tienes estanterías altas o trabajas con libros y necesitas algo práctico y que no ocupe mucho espacio cuando no lo usas. Además, su diseño de madera transmite una calidad bastante buena y un toque clásico que queda bien en casi cualquier ambiente.

Lo que me parece realmente útil es la rejilla de almacenamiento integrada, perfecta para dejar a mano herramientas pequeñas o algún libro mientras subes o bajas, evitando tener que cargar de más. También el sistema plegable facilita guardarla en cualquier rincón. No parece el típico cacharro que se tambalea, la construcción se ve sólida y pensada para durar. En resumen, un mueble funcional que cumple sin complicaciones.