Los mejores radiadores vintage del 2025

El radiador de aceite vintage Ariete 837 en color verde es un producto ideal para aquellos que necesitan calentar cada habitación de la casa en los días fríos. Con dimensiones de 66.04 cm de alto x 30.48 cm de largo x 10.16 cm de ancho y un peso de 2.25 kg, este radiador es práctico y fácil de transportar con su asa y sus 4 ruedas.

Además de ser práctico y transportable, este radiador de aceite también es visualmente atractivo con su diseño inconfundible de los años 50 y colores pastel. En cuestión de segundos, se calienta para brindar el clima que deseas en cada habitación.

En resumen, el radiador de aceite vintage Ariete 837 es una excelente opción para aquellos que buscan funcionalidad y estilo en su hogar sin tener que comprometer uno por el otro.

Para quien vive en piso pequeño o busca darle un toque más agradable al radiador, este protector autoadhesivo de Coloray resulta bastante práctico. Su diseño vintage con flores y el color multicolor le da un aire más cálido y personal a una zona que suele ser bastante sosa. Lo bueno es que puedes ajustarlo tú mismo al tamaño que necesites gracias al autorecorte, así que encaja en radiadores de formatos variados.

Además, la colocación se hace en un momento y luego solo hay que pasarle un paño húmedo para mantenerlo limpio, lo que facilita mucho el mantenimiento. Protege el radiador de golpes o arañazos, algo útil si tienes niños o mascota correteando cerca. Aguanta temperaturas entre 30 y 60 grados, y también los rayos UV, por lo que no debería estropearse rápido. De verdad, parece un detalle sencillo pero útil para darle un plus sin complicarse la vida.

Este soporte de radiador de FACAIIO tiene un aire vintage que le da un toque distinto a la habitación, perfecto si te mola esa estética y quieres combinar funcionalidad con estilo. Está pensado para gente que busca estabilidad sin complicarse, sobre todo porque el soporte es ajustable de 36 a 41 cm, así que se adapta a distintos tamaños de radiador sin líos.

Lo que me parece práctico es que su instalación es sencilla, sin necesidad de herramientas raras, lo que facilita mucho la vida si no eres manitas. Además, está hecho de hierro y acero, por eso aguanta bien el peso y da seguridad, no es uno de esos que se tambalean. Si necesitas un soporte que aguante y que además encaje con una decoración clásica, este podría encajar sin problema.